Los psicólogos no tenemos una varita mágica, aunque a veces desearíamos tenerla. En psicoterapia, no existe una píldora mágica que haga desaparecer los sentimientos o los problemas; sin embargo, hay una especie de magia sucediendo al interior de la oficina de un psicólogo. No es un tipo de magia que ocurre de la noche a la mañana, sino una que lleva algo de tiempo pero que tiene el poder de realizar cambios duraderos en la vida de un cliente. Si estás interesado en este tipo de cambios, la terapia psicológica puede ser la mejor inversión para tu vida. Además, créelo o no y por difíciles que sean nuestras luchas, los problemas nos pueden ayudar a crecer. No elegimos ni merecemos muchas de las cosas que nos suceden o nos hacen. Sin embargo, cuando logramos procesarlos, pueden convertirse en aprendizajes que nos ayuden a seguir creciendo.
Asistir a terapia no es una decisión fácil. Es una decisión que requiere coraje ya que el proceso de cambio es incómodo para la mayoría de los seres humanos. La terapia psicológica se puede comparar muchas veces con un viaje. Un viaje que sin embargo trae un poco de miedo, vacilación porque muchas veces no sabemos lo que vendrá, por suerte es un viaje que no tienes que recorrer solo. Tu psicólogo está ahí para acompañarte en este camino.
Cuando te embarcas en un viaje, es importante comprender que el proceso de cambio lleva tiempo y, a menudo, puede sentirse un poco peor al principio porque comienzas a descubrir y exponer tus vulnerabilidades. Sin embargo, puede ser el viaje de su vida, ya que podrás transformar las cosas que te están reteniendo y liberarte para poder disfrutar del resto del camino.
Al comienzo del proceso de terapia, es importante aclarar y ponerse de acuerdo sobre tus objetivos. Esto no significa que no pueden cambiar, pero sí no hay claridad sobre lo que se debe lograr, puede ser difícil que puedas evaluar la efectividad y mantener un sentido de responsabilidad y propiedad sobre el proceso terapéutico. Imagínete estar conduciendo sin un destino en mente. Eso podría hacer que gastes tiempo y energía innecesarios.
Es importante reconocer que el camino puede traer cosas desconocidas o sorpresas, a veces el camino es tortuoso o se conduce por caminos destapados. Por lo tanto, es posible que experimentes sentimientos de incomodidad a medida que tú y tu psicólogo encuentran el camino a seguir.
Como puedes ver, los psicólogos y los clientes trabajan juntos, por lo que la combinación adecuada es importante. Una buena relación de confianza con tu psicólogo es fundamental, así que no temas conocer profesionales potenciales antes de embarcarte en este viaje. Puedes entrevistar a un psicólogo por teléfono, durante una consulta inicial o en tu primera sesión, busca a alguien que te haga sentir cómodo y en quien puedas confiar. Eso no significa ignorar el entrenamiento o la experiencia, pero de hecho, los resultados de muchas investigaciones indican que la relación terapéutica es el predictor más fuerte de resultados exitosos.
Cómo dijo Carl Rogers "La buena vida es un proceso, no un estado del ser. Es una dirección, no un destino".
Tú eres el conductor que proporciona la dirección del viaje.
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