¿Qué es la autoestima?El psicoterapeuta Nathaniel Branden definió la autoestima como la experiencia de sentirse adecuado. Note que dijo la "experiencia". Eso implica dos cosas esenciales sobre la autoestima. Primero, es subjetivo/personal. Tiene que ver con mi propia evaluación interna de ser digno. Segundo, dado que es una experiencia, puede cambiar con el tiempo.
La autoestima se divide en dos componentes. La autoeficacia, que es la confianza en el funcionamiento de tu propia mente, es tu capacidad de pensar, comprender, aprender, elegir y tomar decisiones. En otras palabras, la confianza en tu capacidad para comprender la vida y afrontar desafíos. Es la evaluación de la capacidad que uno posee para enfrentar efectivamente las diferentes circunstancias en la vida. El respeto por uno mismo es la garantía del valor inherente de uno como persona. Implica el derecho a vivir y ser feliz, sentirse cómodo al compartir tus propios pensamientos, deseos y necesidades, y la sensación de que la alegría y el desarrollo personal son un derecho natural de nacimiento. En resumen, confiar en tu propia mente y saber que uno es digno de obtener la felicidad son la esencia de la autoestima.
Hay un gran poder de esta evaluación sobre uno mismo, ya que es más que un juicio o un sentimiento (recuerde que es una experiencia). Es un motivador e influye en la forma en que uno actúa con los demás y a su alrededor. Hay un flujo recíproco, nuestra autoestima afecta nuestros comportamientos y nuestros comportamientos afectan nuestra autoestima.
¿Cómo comienza todo? La autoestima comienza a desarrollarse lentamente con el tiempo con nuestras interacciones con quienes nos cuidan. El componente principal de la autoestima es el sentido de valor personal o ser digno de respeto. Por lo general, proviene de ser amado o valorado por otros, principalmente por nuestros padres. Durante los primeros años de nuestra vida, nuestro vínculo más importante es con quienes nos cuidan. Según Dan Siegel, necesitamos de ellos estas 4 “S” (por sus siglas en ingles): Ser visto, esto significa ser percibido profunda y empáticamente, es decir, ser notado y comprendido; sentirse tranquilo, estar en un entorno libre de conductas que nos atemorizan o nos lastiman; sentirse calmado, recibir la atención y ayuda adecuadas para lidiar con emociones difíciles; y sentirse seguro de sí mismo, recibir ayuda para desarrollar un sentido interno de bienestar, sentirse aceptado como uno es.
La autoestima aumenta desde la adolescencia hasta mediana edad. Sin embargo, comienza a disminuir nuevamente en personas mayores de sesenta años, probablemente debido a problemas de salud física o financieros.
El segundo componente de la autoestima es el sentido de competencia o eficacia. Se origina en la medida en que uno se ve a sí mismo como capaz de provocar cambios en su entorno. Es decir, saber que las acciones de uno afectan a otros, poder crear o cambiar eventos. La autoeficacia comienza a desarrollarse a medida que exploramos nuestro entorno e intentamos examinarlo. Mientras lo hacemos, recibimos comentarios de otros a nuestro alrededor.
¿Porque es esto importante? Porque el nivel de nuestra autoestima tiene enormes consecuencias en todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, una autoestima saludable se correlaciona con varios rasgos positivos como la racionalidad, el realismo, la intuición, la creatividad, la independencia, la flexibilidad y la voluntad de admitir nuestros errores. Por otro lado, la baja autoestima se correlaciona con ceguera a la realidad, rigidez, miedo a cosas nuevas, sumisión, actitud defensiva, comportamiento controlador y hostilidad hacia los demás. En otras palabras, la salud atrae a la salud.
Cuanto mayor sea nuestra autoestima, más poderoso será nuestro deseo de expresarnos, reflejando nuestro sentido de riqueza interior y el valor que vemos en nosotros mismos. Cuanto menor sea nuestra autoestima, mayor será nuestra necesidad de buscar aprobación, incluso hasta el punto de negarnos a nosotros mismos para cumplir con los demás.
Adicionalmente, un principio esencial de las relaciones humanas es que tendemos a sentirnos más cómodos con personas cuyo nivel de autoestima es similar al nuestro. Esto se debe a que nos sentimos cómodos con lo que nos es familiar. Por lo tanto, nuestra autoestima afecta las interacciones con las personas e influye en con quién nos acercamos. Esto podría explicar por qué algunas personas con baja autoestima terminan en relaciones poco saludables. Si ambos se sienten inseguros de sí mismos, la relación será caótica y conflictiva.
Por otro lado, cuanto más sana sea nuestra autoestima, más probabilidades tenemos de tratar a los demás con respeto, amabilidad, buena voluntad y justicia. Esto se debe a que tendemos a no percibirlos como una amenaza. Además, como se mencionó anteriormente, el respeto por uno mismo es uno de los componentes de la autoestima y es la base del respeto por los demás.
Las personas con mayor autoestima suelen ser más abiertas, honestas y se comunican de manera más asertiva. Es probable que esto se deba a que creemos que nuestros pensamientos tienen valor. Por lo tanto, aceptamos en lugar de temer las oportunidades de compartir nuestros pensamientos. Las personas con baja autoestima suelen utilizar formas evasivas y engañosas de comunicarse. Esto puede deberse a que están ansiosos o temerosos por la respuesta y el juicio de los demás.
En general, nuestra autoestima crea un conjunto de expectativas implícitas sobre lo que es alcanzable y apropiado para nosotros. Estas expectativas tienden a movernos a acciones que las convierten en realidad. Entonces, estas realidades confirman y fortalecen las creencias originales. Este ciclo de pensamiento y comportamiento hace de nuestra autoestima (alta o baja) un generador de profecías sobre nuestras capacidades.
¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima? El psicoterapeuta Nathaniel Branden describe los siguientes seis pilares como formas de trabajar para mejorar nuestra autoestima.
SUGERENCIA # 1 Vivir conscientemente
Vivir conscientemente es cultivar la capacidad de estar completamente presente, notando dónde estamos y lo que estamos haciendo, sin sentirnos abrumados por lo que sucede a nuestro alrededor o distraídos. El único momento en el que podemos actuar es el presente; sin embargo, nuestra mente tiende a llevarnos al pasado (debería o no debería haber hecho esto o aquello) o preocuparse por el futuro (y que tal si ...). En el pasado, encontramos arrepentimiento y tristeza, y esto puede conducir a la depresión, y vivir en el futuro puede generar ansiedad. Para estar en el presente, podemos usar nuestros 5 sentidos y así conectarnos con la realidad de lo que estamos experimentando.
SUGERENCIA # 2 Practique la auto-aceptación
Mientras que la autoestima es algo que experimentamos, la autoaceptación es algo que hacemos. La mayoría de nosotros hemos internalizado una voz crítica en nuestra mente que lleva un registro de todo lo que no estamos haciendo correctamente. Aceptarse a uno mismo comienza por reconocer esa voz crítica y sentir curiosidad por su origen, sus deseos para con nosotros. Además, significa comenzar a tratarme a mí mismo como trato a los demás que son importantes para mí. La autoaceptación incluye la idea de compasión, de convertirme en un buen amigo para mí. La autoaceptación implica la voluntad de experimentar lo que pensamos, lo que sentimos, lo que deseamos, lo que hemos hecho y quiénes somos. Es nuestro deseo de experimentar y vivir en lugar de rechazar quienes somos.
SUGERENCIA # 3 Auto-responsabilidad
Para sentirse competente en la vida y ser digno de felicidad, es necesario experimentar una sensación de control sobre la vida. Este sentido de control requiere que uno esté dispuesto a asumir la responsabilidad de las acciones realizadas (buenas y no tan buenas) y creer en tener la capacidad de cumplir las metas y los deseos que uno tiene. Esto significa asumir la responsabilidad de la vida y el bienestar de uno. Aunque no es fácil, asumir la responsabilidad puede ser muy enriquecedor ya que pones tu vida en tus propias manos. Así, aumenta la sensación de poder generar cambios en tu entorno.
SUGERENCIA # 4 Auto-afirmación
La autoafirmación significa reconocer mis deseos, necesidades y valores y buscar formas apropiadas de expresarlos. La autoafirmación implica comprender los límites personales de uno y tener la capacidad de establecerlos sin hostilidad hacia los demás. La asertividad es el delicado equilibrio entre no ser agresivo ni sumiso. Mantener una comunicación saludable con uno mismo y con los demás es el resultado de la autoafirmación.
SUGERENCIA # 5 Vivir con propósito
Vivir con propósito es vivir una vida basada en tus valores. Implica utilizar nuestras habilidades y destrezas para alcanzar las metas que hemos seleccionado en nuestras vidas. Son nuestras metas las que nos llevan adelante. Son nuestro llamado a la acción. Nos permiten ejercitar nuestras capacidades y estimular nuestra vida en un proceso creativo. Esto lo hacemos a través de nuestros valores. Por lo tanto, es crucial realizar una evaluación de nuestros valor con regularidad porque ellos cambian con el tiempo. Una vez que los aclaramos, debemos aprender a confiar en ellos y usarlos para guiar nuestras decisiones.
SUGERENCIA # 6 Integridad personal
La integridad es la unificación de nuestros ideales, creencias y comportamientos. Cuando nuestro comportamiento es congruente con nuestros valores, cuando los ideales y las acciones coinciden tenemos integridad. Cuando practicamos la integridad personal, integramos y practicamos todos los otros pilares de la autoestima: vivir conscientemente, autoaceptarse, ser responsable de uno mismo, ser autoafirmado y vivir con propósito.
Como puedes ver, la autoestima es una práctica. No es algo estático. Son muchas las razones por las que la autoestima es fundamental en nuestras vidas. Lo más importante es que tiene un papel esencial para ayudarnos a alcanzar la felicidad y mantener nuestro compromiso para alcanzar nuestras metas personales. Prueba algunos de los consejos presentados anteriormente. ¿Cuáles de los consejos sería más integral para tu bienestar?
Comments